Una vez más, amigos y
camaradas, tenemos que saltar a la palestra, no podemos permanecer callados,
cuando ese organismo internacional, la O.N.U., vuelve a interferir en la
política de España, nación soberana, con una larga historia a sus espaldas y
que gobernó en todo el mundo, quizás eso es lo que no nos perdonan.
¿Por
qué no procuran interferir en aquellos países en que se están dando las grandes
masacres?¿O defender la soberanía de España y Argentina sobre Gibraltar y las
Malvinas?
No
tienen que meter las narices en nuestra patria, con el atrevimiento de decirle
al lerdo de Rajoy que tienen que buscar los cuerpos desaparecidos durante y
después de la guerra civil, ¿los de la izquierda?¿los de la derecha?¿los de los
católicos?¿los de los falangistas?
Estos masones cutres no
quieren darse cuenta de que la 2ª República no fue ni de trabajadores, ni
democrática, ya que se encargaron los republicanos y las izquierdas de que así
fuera. Comenzaron a asesinar y quemar el patrimonio eclesiástico y nacional,
mucho antes de que los falangistas reaccionáramos, lo nuestro fue defensa
propia, supervivencia, pues aquella República lo fue de asesinos, ladrones y
genocidas.
Comenzado
el conflicto en el 34 y continuado en el 36, se cometieron excesos por ambos
bandos, no lo negamos, pero el número mayor de asesinatos cometidos por el Frente Popular fue mayor y con más
brutalidad, checas, registros, robos, violaciones, paseos... les caracterizan.
Recibieron
pues lo que se merecían, y que no me digan que los gobernantes republicanos no
pudieron hacer nada, no les dio la gana hacerlo, hoy día hay una abundante
bibliografía que testimonia el cuándo, cómo y por qué de los asesinatos, que no
me sean tan mártires y se echen las manos a la cabeza.
Y a
la O.N.U., le digo que meta cazo en los errores de esas naciones supuestamente
intocables, que tienen dónde y por qué hacerlo, y si no que desaparezca, que
para lo que sirve...
Y a
mis camaradas de "izquierdas" o "republicanos", que se lo
piensen bien, que no necesitamos de izquierdismos, ni republicanismos, sino de
amar a España, decir las cosas claras aunque molesten y trabajar en serio para
que los españoles mantengan sus ilusiones.
¡ESPAÑA!¡SANTIAGO!¡ESPAÑA!
¡ARRIBA
ESPAÑA!
Miguel
Rosique García
Católico,
español y falangista
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